domingo, 27 de enero de 2008

Piau-Engaly. Esquí para toda la familia

Este año hemos decidido, nuevamente, pasar a territorio francés y disfrutar de unos días de nieve en una estación que nos facilitase la estancia con un área de ACs y además que los precios fueran razonables en relación con los servicios que ofrece, por ello y después de consultar y leer mucho en los distintos foros de ACs optamos por Piau-Engaly.

La estación

Situada a unos 12 Km. nada mas pasar el túnel de Bielsa (Huesca). El acceso tiene algunas curvas y rampas, lo típico en una carretera de montaña. Es una estación pequeña con una zona comercial y tres complejos de apartamentos.

La zona de aparcamiento para Acs, con acceso esquiable a los remontes, tiene un aforo de 100 plazas y dispone de aseos con calefacción, toma de agua y desagüe para químicos y aguas grises, también existen bornes eléctricos. Hay recepción que esta operativa por las mañanas y las tardes de 16:30 hrs. a 17:30 hrs. Los precios son 5,50€ por el aparcamiento y 6,00€ por la luz.

En la estación hay un supermercado, medianamente surtido, y una farmacia, además de lo típico, bares, pizzerías-restaurantes, alquiler equipamiento y tiendas, todo atendido por un personal de lo más atento y que se esfuerzan por hablar en español (el negocio es el negocio). Como ejemplo os diré que los folletos de actividades de la estación los tienen en francés y español, y el alquiler del equipo completo nos costo unos 65,00 € por persona para 6 días

Las pistas

En primer lugar el forfait, tienen de todo tipo incluso uno por horas; a diferencia con algunas estaciones españolas en las que hemos estado, tienen uno familiar para una semana, dos adultos y dos “niños” menores de 18 años (te piden el Libro de Familia), en el que cobran el precio de niño a toda la familia, este año nos costo 360 € + 40 € de seguro, para los cuatro.

Hay pistas de todos los colores, je je, es ideal para personas que están aprendiendo ya que tiene bastante recorrido por pistas azules anchas y de varios grados de pendiente, son pistas largas y divertidas para todo tipo de esquiadores.

La afluencia de público no era importante, por lo menos en las fechas en que estuvimos, del 11 al 18 de enero, no había que esperar en ningún remonte ni telesillas, creo que entre semana no habría más de 600 personas.

Para ampliar la información podéis consultar en www.piau-engaly.com

El viaje de ida

Salimos a bordo de la Intrépida el viernes 11 de enero a las 17.30 con dirección a Piau, tenemos 695 Km. por delante durante los cuales pensábamos dormir por el camino ya que, por un lado no nos gusta demasiado viajar por la noche y, además el túnel de Bielsa cierra a las 20:00 hrs. hasta las 08:00 hrs.

Al pasar Sagunto se empezó a levantar aire y lluvia, sobre todo el aire, ráfagas muy fuertes que me hicieron reducir la velocidad hasta límites insospechados (60 Km./hora), con la capuchina el aire se nota más y, por lo menos a mí, da mayor respeto. El aire nos estuvo acompañando hasta que llegamos a Reus y abandonamos la autopista del mediterráneo para enlazar con la de Lérida. Aproximadamente a medianoche paramos para dormir en Binefar, pequeño y tranquilo pueblo cercano a Monzón, ya nos quedaban pocos kilómetros para el día siguiente.

Debido al temporal del día anterior en el túnel de Bielsa, por la parte francesa, tuvimos que poner las cadenas. Bonita aventura, nunca las habíamos puesto, ni siquiera en el coche, por lo que todos colaboramos y colocamos las cadenas entre los cuatro. Prueba conseguida.

El camino desde la salida del túnel a la estación es corto en kilómetros (12 Km.) pero tiene alguna curva de más, por lo tanto fuimos tranquilos. Al llegar al área de ACs de la estación todo estaba cubierto con 60 cm. de nieve y dos rodales en la misma para el paso, por no espera a las quitanieves nos pusimos a quitar nieve y despejar un área para poder aparcar a la “Intrépida”, menos mal que llevábamos una pala y dos cubos. Prueba conseguida gracias a otro bonito trabajo en equipo.

Esquiando. Por fin.

Después de equiparnos y comprar los forfait, el domingo comenzamos a esquiar, que bien, una gozada, mucha nieve y sol con algunos periodos nublados. Las pistas son anchas, ideales para niveles intermedios, los remotes están disponibles siempre, no hay colas, llegas y subes. En fin una gozada.

Pudimos esquiar todos los días con buena calidad de nieve, además cayeron por la noche dos nevadas que nos obligaron a salir de la AC por la mañana con la pala en la mano y que dejaron las pistas completamente cubiertas de nieve.

Después del año pasado que había poca nieve y la que encontramos estaba “durita”, el caerse en la nieve en polvo y no hacerse nada de daño, era de los más divertido, lo pasamos de lujo.

Una de las tardes tuvimos tormenta y, como no, de nuevo, el viento, todas las AC estaban aparcadas en batería contra la dirección del viento con lo que parecía que estábamos dentro de un barco en medio de una tormenta, nadie se atrevía a moverse, al final una AC cambio el sentido del aparcamiento y se puso en línea contra el viento, en 10 minutos nos colocamos todas las demás en línea detrás de la primera.

El viernes comenzó el día muy cubierto, con una niebla cerrada y lloviendo por lo que decidimos volvernos hacia casa, habían sido unos días intensos e inolvidables.

La vuelta

Ya que íbamos con tiempo, paramos en Ainsa; pueblo de estilo medieval, muy cuidado y que se merece una parada para visitarlo. Tiene un aparcamiento enorme donde dejar la AC y desde allí caminar por la zona histórica.

En la oficina de turismo nos informaron de que no lejos del aparcamiento había un paraje llamado “La cruz cubierta” que según la leyenda marca el lugar donde se gano la batalla de Ainsa a los musulmanes y hacia allí que fuimos.

Al llegar por un camino rural asfaltado vimos que no se podía dar la vuelta a no ser que entráramos en un campo; mala elección, ahí nos quedamos, la “Intrépida” no iba ni adelante ni hacia atrás, como patinaban las ruedas en el terreno arcilloso. Hice uso de la asistencia en viaje del seguro (Allianz), en media hora tenia una grúa y media hora más tarde estábamos otra vez en el camino, perfecto. Por cierto, lo mejor de la “Cruz cubierta” fue la aventura que pasamos.

Seguimos con la aventura; al llegar a Lérida y para “acortar” el camino decidimos salir de la autopista y seguir el mapa, al final estábamos perdidos en medio de los campos de Lérida, empezamos a seguir las indicaciones del TomTom y debe de ser que nos habíamos desviado tanto de la ruta que el navegador nos empezó a llevar por caminos vecinales hasta que acabamos en una pista de tierra, después de una vuelta de 25 km. encontramos por fin el camino correcto y bajamos hacia Fleix, Tortosa y Alicante.

Moraleja: el Tomtom no siempre tiene razón aunque al final siempre encuentra un camino.

Pasamos noche antes de llegar a Gandia, en Xeraco playa, y al día siguiente hicimos los 90 Km. que nos quedaban a través de la carretera nacional, viendo las innumerables urbanizaciones que han construido los depredadores de terrenos.

Se terminaron las vacaciones de invierno, ya no hay más esquí hasta el año que viene. Bueno y ahora toca zafarrancho de limpieza. Hasta pronto.

Valoración

Piau-Engaly. Una estación de esquí muy recomendable, cómoda para permanecer en ella, con pistas anchas y bastantes tipos de pendiente, interesante para esquiadores intermedios y sobre todo familias.

Ainsa. La zona histórica muy bien conservada y manteniendo el estilo de los pueblo de montaña aragonesa, merece la pena parar y pasar una mañana o tarde.

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